LA SAMBA
La Samba proviene de Brasil, donde es el baile nacional. Sus orígenes hay que buscarlos entre los grupos de esclavos traídos desde África. En esta danza se hallan contribuciones de la música popular brasileña y de varias modalidades de la música carioca que confluyen en Río de Janeiro. Su popularidad en este país es tan grande, que ha llegado a ser declarado baile nacional del Brasil. Para conseguir el carácter real de la Samba, el bailarín tiene que jugar con la chica y mostrarse muy exhuberante. Muchas de las figuras usadas actualmente en la Samba requieren un preciso movimiento de la pelvis.
Consejos para aprender a bailar samba correctamente
Si bien no todos podemos convertirnos en destacados bailarines de samba, ya que además de la teoría y la practica siempre es necesario contar con un cierto talento natural, existen diversos consejos que podemos seguir para no quedarnos sentados mientras los demás disfrutan del ritmo.
El primer punto fundamental es adoptar la posición del cuerpo correcta, según el rol que debamos asumir. El líder, que por lo general es el hombre, debe ubicar su mano derecha por encima de la espalda de la otra persona (el seguidor) para poder tomar su mano izquierda y sostenerla, más o menos a la altura de sus ojos. El seguidor, por su parte, debe apoyar su mano derecha sobre el hombro del primero, mientras que éste lo abraza ligeramente, siempre manteniendo una cierta distancia entre los cuerpos.
Habiendo conseguido dicha posición, comienza el movimiento. Es muy importante partir de la sensibilidad por la música antes de adentrarse en cuestiones técnicas: si no sentimos el ritmo, si no permitimos que la música nos incite a movernos, de nada servirán las lecciones de baile. Básicamente, debemos dar tres pasos por cada par de tiempos, siendo el segundo el más corto.
Uno de los secretos para que el movimiento refleje la esencia de esta música es el "rebote": entre un paso y otro debe existir una transición fluida, que comprometa todo el cuerpo. Para lograrlo es posible pensar que estamos constantemente pisando diferentes objetos que aparecen en nuestro camino y que rápidamente intentamos levantar el pie para no romperlos. Es muy importante que este rebote se exprese con todo el cuerpo, y no sólo con las piernas.
Aunque no esté directamente relacionada con el movimiento, la dirección de la mirada también es fundamental: se recomienda mantenerla siempre hacia adelante, sobre los hombros de la otra persona. La concentración es esencial para una buena ejecución, y por eso es necesario no permitir que los ojos encuentren distracciones a cada paso.
Como en cualquier otra disciplina, para dominar la samba demos empezar por los pasos básicos, para luego avanzar gradualmente a las combinaciones más complejas. No debemos permitir que la ansiedad nos impida interiorizar cada leccion, ya que sin fundamentos sólidos no se pueden construir grandes estructuras. Si a todo esto le sumamos el disfrute, entonces tenemos el éxito asegurado.